"No dudes jamás de la capacidad de tan solo un grupo de ciudadanos conscientes y comprometidos para cambiar el mundo. De hecho, siempre ha sido así". Margaret Mead

martes, 4 de septiembre de 2012

COMIENZO DE CURSO


Querid@s amig@s,

Acaba el veranito y el mundo mundial comienza curso, unos en la oficina, con ánimos para capear la que está cayendo, otr@s yendo y viniendo todos los días al cole, llevando y trayendo a nuestros niñ@s. Comienzan también los buenos propósitos: apuntarse e ir al gimnasio, aprender por fin un idioma (¡en esas estamos nosotros!) o comer un poquito más sano y de paso ayudar a mantener un sistema productivo un poco más cabal y un mundo rural vivo todavía (¡ahí es nada!).

Y para esto último podéis contar con nosotros, dispuestos a llevaros hasta la mesa los frutos de las rehuertas que están bien maduritos y sanos, la buena hortaliza alimentada de la riqueza de la tierra, del agua, del sol, y de esfuerzo, nada más.

Se acerca el otoño a esta tierra también, los veraneantes regresan a sus casas en las ciudades, las noches se han vuelto frescas y de nuevo debemos dormir con manta. Ha comenzado la vendimia ajetreada en las viñas y frente a la mar rizada, los pescadores esperan con ganas la llegada de un momento a otro de la dorada y el llobarro a las orillas, buscando aguas más calidas. En las casas el ajetreo verdulero es el de procesar la verdura para guardarla hasta el invierno: son días de conservas y embotados.

Si todo va bien aun nos quedan semanas de producción de verano. En el campo están creciendo las variedades que deberán llegar en adelante: repollos, coles y coles de bruselas, coliflores, brécoles y broquils (la coliflor verde, diferente de aspecto y de sabor del brécol), espinacas, escarolas, alcachofas, calçots (las exquisitas cebollas tiernas que se comen asadas acompañadas de romescu), dentro de no mucho cosecharemos también las calabazas y en breve llegarán los caquis.

Una variedad que también podremos ofreceros es el espigall o col de brotón. Esta es una variedad de col que ya cultivaban los romanos, y que era típica catalana. Produce unos retoños o brotes laterales, que son los que se cosechan y consumen. El consumo de esta verdura se fue perdiendo con el tiempo, y su cultivo quedó muy, muy reducido casi exclusivamente a la zona del Garraf, en Barcelona. El movimiento Slow Food redactó una lista de 750 productos olvidados, 46 de ellos españoles. Los espigalls se incluyen en la lista como uno de los vegetales con menos probabilidades de continuar siendo cultivado. Algunos payeses, poco a poco, la van recuperando para nuestro consumo. Confieso que yo la probaré por primera vez este año, pero según nos cuentan es riqúisima y muy sabrosa, y se consume de diversas maneras: revuelto, croquetas, buñuelos... pero dicen que una de las mejores maneras de comerla es acompañada de patatas, judías blancas y sardinas a la brasa. Os lo contaremos y esperamos que también vosotros no los contéis.

Mientras tanto, esta semana y hasta que se vendimien a final de mes, añadimos a nuestra lista de productos ricos, las uvas moscatel y los higos, delicias del terruño.

Y os contamos que además estamos ya manos a la obra en la construcción del gallinero que alojará a las gallinitas ponedoras que habrán de surtirnos de huevos. Ya va quedando menos para incluir este producto rico en nuestra lista.

Un abrazo a tod@s y bienvenidos de nuevo a vuestras rehuertas.


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